Infaltable en una boda, la mesa dulce. Acá no sólo podés poner a jugar tu imaginación, también tus sentidos. No hay nadie a quien no le fascine el momento de la mesa dulce. Se pueden probar toda clase de exquiciteses. Y si bien no es posible probarlas a todas, al menos lo haremos con nuestros ojos. Es por esto, que es fundamental el aspecto de nuestra mesa dulce.
Podés optar por algo así, si la mesa está armada en un interior.
Si observás bien la foto, las fuentes en que están presentados los pasteles, son todas distintas, y queda precioso.
A eso me refería en un comienzo, cuando dije que en mi opinión, armar un casamiento Shabby, no era tan costoso como imaginamos, al menos no más que otros estilos.
Si en cambio tu boda es en un jardín, o la mesa dulce podés armarla en el exterior, quedará perfecto algo como esto.
Es un carrito con diferentes pisos, que fue decorado con portarretratos, puntillas y rosas. Para mi gusto, hasta podés seguir agregandole detalles y quedaría aún mejor.
Si en lugar de un carrito como éste, conseguís una biblioteca en caño o madera, bastará con darle el acabado necesario para crear ese efecto desgastado típico de los muebles Shabby.
Con respecto a qué presentar en la mesa que se pueda comer, eso dependerá de tus gustos y del de tus invitados. No importa si son pasteles de chocolate o de vainilla, rellenos o no, frutales o con helado; lo importante como siempre, será la presentación. Para que tomes ideas, acá van algunos ejemplos.
Como verás, perlitas, rositas, moñitos y cintas de pastillaje abundan. Pirotines amplios que envuelven, fuentes que parecen invitar a tomar el té, sumados a esas exquiciteses, harán de tu mesa dulce un recuerdo inolvidable para tus invitados.
Si tenés chicos en tu lista de invitados podés armarles un sector especial con golosinas de este tipo, y agregar todo lo que se te ocurra, que a los chicos les encantará.
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